Psicología para adolescentes en Granollers y online
La adolescencia es una etapa llena de cambios y, a veces, de dificultades que desbordan tanto al joven como a su familia.
La terapia para adolescentes ofrece un espacio seguro para para expresar lo que sienten, comprenderse mejor y encontrar nuevas formas de afrontar los retos propios de esta edad. Trabajo con jóvenes a partir de 12 años, tanto en consulta presencial en Granollers como también online.
Ayuda a tu hija o hijo a sentirse mejor y afrontar mejor sus dificultades
Transitando la adolescencia
La adolescencia no es solo rebeldía: es un tiempo de búsqueda de identidad, emociones intensas y relaciones que marcan. En muchos casos, los adolescentes viven inseguridad, vergüenza, ansiedad, conflictos familiares o presión social. A veces lo expresan con irritabilidad, aislamiento o bajo rendimiento; otras, se lo guardan en silencio.
En la terapia, el primer paso es crear un espacio de confianza donde puedan hablar sin miedo a ser juzgados. Desde ahí, trabajamos juntos para identificar lo que les preocupa y encontrar formas más sanas de afrontarlo. El objetivo no es cambiar su manera de ser, sino ayudarles a comprenderse mejor, ganar recursos emocionales y mejorar sus relaciones con la familia y los amigos.
¿En qué situaciones ayuda a los adolescentes hacer terapia?
La terapia para adolescentes puede ser de gran ayuda cuando las emociones se desbordan o los cambios de esta etapa se hacen difíciles de manejar. No solo se trata de aliviar síntomas, sino de ofrecer un espacio donde puedan sentirse escuchados y aprender nuevas formas de afrontar lo que viven.
Puede ser útil especialmente en situaciones como:
- Ansiedad, miedos o ataques de pánico.
- Depresión o tristeza prolongada.
- Problemas de autoestima e imagen corporal.
- Aislamiento social, conflictos con amigos o bullying.
- Tensión en la comunicación familiar.
- Trastornos de la conducta alimentaria.
- Uso excesivo de pantallas, videojuegos o redes sociales.
Los beneficios incluyen recuperar la motivación, ganar confianza en uno mismo, mejorar las relaciones familiares y sociales y, sobre todo, vivir la adolescencia con más calma y esperanza.
Cómo son las sesiones con adolescentes
El primer paso en la terapia es crear un vínculo de confianza con el adolescente, garantizando la confidencialidad de lo que comparta. Esa seguridad le permite expresarse con libertad y empezar a comprender lo que le ocurre.
Después, adapto las técnicas según la persona: a veces trabajamos desde la reflexión y el diálogo, otras con recursos más prácticos o creativos que ayudan a poner forma a lo que cuesta expresar. El objetivo es que el adolescente encuentre un espacio propio para entenderse y aprender a manejar lo que vive.
Al mismo tiempo, sé que los padres suelen estar preocupados y muchas veces no saben cómo actuar. También es normal en esta etapa sentir culpa, impotencia o mucha frustración. Por eso incluyo sesiones periódicas con los padres, no para romper la confidencialidad, sino para atender sus preocupaciones y orientarles. Lo importante es que todos podamos sumar fuerzas, aunque cada uno camine desde un lugar distinto.
Transitando la adolescencia
La adolescencia no es solo rebeldía: es un tiempo de búsqueda de identidad, emociones intensas y relaciones que marcan. En muchos casos, los adolescentes viven inseguridad, vergüenza, ansiedad, conflictos familiares o presión social. A veces lo expresan con irritabilidad, aislamiento o bajo rendimiento; otras, se lo guardan en silencio.
En la terapia, el primer paso es crear un espacio de confianza donde puedan hablar sin miedo a ser juzgados. Desde ahí, trabajamos juntos para identificar lo que les preocupa y encontrar formas más sanas de afrontarlo. El objetivo no es cambiar su manera de ser, sino ayudarles a comprenderse mejor, ganar recursos emocionales y mejorar sus relaciones con la familia y los amigos.
¿En qué situaciones ayuda a los adolescentes hacer terapia?
La terapia para adolescentes puede ser de gran ayuda cuando las emociones se desbordan o los cambios de esta etapa se hacen difíciles de manejar. No solo se trata de aliviar síntomas, sino de ofrecer un espacio donde puedan sentirse escuchados y aprender nuevas formas de afrontar lo que viven.
Puede ser útil especialmente en situaciones como:
- Ansiedad, miedos o ataques de pánico.
- Depresión o tristeza prolongada.
- Problemas de autoestima e imagen corporal.
- Aislamiento social, conflictos con amigos o bullying.
- Tensión en la comunicación familiar.
- Trastornos de la conducta alimentaria.
- Uso excesivo de pantallas, videojuegos o redes sociales.
Los beneficios incluyen recuperar la motivación, ganar confianza en uno mismo, mejorar las relaciones familiares y sociales y, sobre todo, vivir la adolescencia con más calma y esperanza.
Cómo son las sesiones con adolescentes
El primer paso en la terapia es crear un vínculo de confianza con el adolescente, garantizando la confidencialidad de lo que comparta. Esa seguridad le permite expresarse con libertad y empezar a comprender lo que le ocurre.
Después, adapto las técnicas según la persona: a veces trabajamos desde la reflexión y el diálogo, otras con recursos más prácticos o creativos que ayudan a poner forma a lo que cuesta expresar. El objetivo es que el adolescente encuentre un espacio propio para entenderse y aprender a manejar lo que vive.
Al mismo tiempo, sé que los padres suelen estar preocupados y muchas veces no saben cómo actuar. También es normal en esta etapa sentir culpa, impotencia o mucha frustración. Por eso incluyo sesiones periódicas con los padres, no para romper la confidencialidad, sino para atender sus preocupaciones y orientarles. Lo importante es que todos podamos sumar fuerzas, aunque cada uno camine desde un lugar distinto.
Ayuda a tu hijo adolescente
A identificar los problemas y ofrécele recursos para poder gestionarlos.
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