¿Qué es la ansiedad y cómo combatirla? Parte 2

Hay muchos tips de como combatir la ansiedad, los podemos encontrar en Instagram, o en múltiples blogs donde explican técnicas de control de la ansiedad. Pero es muy importante aprender a diferenciar lo que sería gestionar la ansiedad con lo que significaría disminuirla e incluso eliminarla.  
Gestionar la ansiedad es tener estrategias para que en momentos donde la persona siente ansiedad sepa qué hacer para no aumentarla, podemos decir para no empeorar el síntoma. Acostumbran a ser estrategias para disminuir el componente fisiológico de la misma, y tienen su base en técnicas de respiración, de relajación, o de enraizamiento. Todas ellas ayudan a la gestión de la ansiedad, són de aplicación bastante immediata y pueden ser muy necesarias, pero generalmente no eliminan la ansiedad, sino que esta resurge una y otra vez.

¿Y esto por qué es así?

Según lo lo explicado en la entrada anterior, tener ansiedad es un síntoma de nuestro sistema de alerta, que nos indica que nos encontramos (en presente o en nuestros pensamientos) delante de una situación que sentimos como peligrosa. Y hasta que esta situación nos siga pareciendo peligrosa, la ansiedad no desaparecerá.

La ansiedad es síntoma de que hay «algo» en como nos vivimos a nosotros mismos y/o a las relaciones que sentimos como peligroso.

Por ello el primer paso para combatir la ansiedad es clarificar qué nos da miedo, qué situaciones nos dan miedo, e ir profundizando sobre qué tememos de la situación.

Por ejemplo, una persona detecta que tiene ansiedad al ir al trabajo, y que tiene que ver con problemas con su jefe, pero la ansiedad no és simplemente por «tener problemas», se ha de ver qué se teme concretamente sobre el problema con el jefe. La ansiedad acostumbra a provocar evitar las situaciones que tememos, y eso puede ser por múltiples causas diferentes. La persona puede tener miedo de hablar con el jefe, y puede ser por diferentes razones, incluso opuesta:

    • Miedo al conflicto: tener asociado los conflictos con consecuencias catastróficas: “si digo mi opinión me va a echar”

    • Miedo a la reacción propia: “si digo mi opinión y no me hace caso me enfadaré y  perderé el control”

    • Miedo a la descalificación: “si me descalifica mi autoestima caerá por el suelo”

    • Miedo a la reacción de los demás “si hablo con el jefe mis compañeros pensaran de mi que soy mejor que ellos, o un traidora, o…»

Aunque de manera superficial puede parecer que todo es lo mismo “temo hablar con el jefe”, son muy diferentes las vivencias de cada ejemplo, de como se viven las relaciones y de como se viven las capacidades de afrontamiento propias.

Cada miedo tiene un sentido dentro de la biografía de la persona,

Muchas veces, lo que nos provoca ansiedad tiene que ver con situaciones del pasado, similares, que provocaron mucho miedo y mucho dolor, generalmente con la sensación de sentirse sobrepasad@, desbordad@ y asustad@.

Generalmente también, fueron situaciones donde uno no se sintió suficientemente acompañado, lo que hace aumentar el miedo y el dolor. Esto puede explicar que delante de situaciones similares, haya una parte del un@ mism@ que se active y quiera evitar volver a sentir lo mismo.

Pero el problema persiste… pues evitar una situación conlleva ansiedad, y porque el conflicto que se evita sigue allá, en el día a día, por mucho que un@ intente dejarlo de lado y hacer que no exista.

Hay múltiples miedos en las relaciones, expongo a continuación algunos de ellos:

  • Miedo a ser rechazad@
  • Miedo a ser humillad@
  • Miedo a ser abandonad@
  • Miedo a sentir emociones
  • Miedo a ser dañad@
  • Miedo a estar solo
  • Miedo a la dependencia emocional
  • Miedo a la intimidad

Todos estos miedos son profundos, acostumbran a ser muy antiguos e iniciarse en la infancia, según las experiencias mas primarias con las personas mas significativas que cuidaron al niñ@.

Es por eso que tratar de comprender, disminuir y eliminar la ansiedad no acostumbra a ser rápido, (aunque claro que es posible), y es por eso que es necesario conocer técnicas de “gestión” de la ansiedad, para disminuir el sufrimiento mientras se tratan estos aspectos más profundos de la personalidad para poder hacer frente a lo que tememos.