Hay diferentes tipos de terapia específica para el estrés postraumático, todas con el objetivo de disminuir el sufrimiento psicológico que provoca.
Se ha de tener en cuenta que en el estrés puesto-traumático hay un aumento de la reactividad del sistema nervioso, del estado de alerta, mientras que a la vez hay un descenso del deseo de relacionarse y un estado de ánimo de apatía y desaliento. Las diferentes terapias buscan, por un lado, tratar esta desregulación del sistema nervioso, y por la otra, poder reformular y asumir el hecho traumático que se ha vivido y las creencias que han desencadenado, creencias que acostumbran a ser extremadamente limitantes para la persona.
Terapias eficaces en el estrés post-traumático
BRAINSPOTTING: el Brainspotting es una nueva técnica terapéutica que parte del EMDR y que se basa en la idea que todas las experiencias emocionales y también los traumas quedan grabados en el cerebro y el cuerpo. Se pueden abordar mediante la identificación y estimulación de puntos de acceso específicos del campo visual del paciente. Como el EMDR, el Brainspotting busca desbloquear este recuerdo porque toda la carga fisiológica y emocional vaya siendo expresada y por tanto disminuyendo su intensidad.
EMDR: Esta técnica parte del concepto que el sufrimiento que sufre la persona se debe al hecho que la interpretación y la vivencia respecto al acontecimiento traumático quedan sin procesar al cerebro. La técnica del EMDR, a través del movimiento de los ojos y otras técnicas, consigue desbloquear los pensamientos y las emociones relacionadas con el acontecimiento traumático. Gracias a esto, la persona puede hacer una reconstrucción de estos acontecimientos y deja de estar en estado de alerta continuo.
Terapia cognitivo-conductual: se centra en la técnica de exposición, acercar de manera progresiva al paciente al recuerdo y a la situación real que originan todos estos síntomas traumáticos, de forma que pueda convivir con su experiencia con menos reactividad. También se trabaja la reestructuración cognitiva, es decir, la interpretación y los pensamientos actuales que le llevan a creer que vive en un mundo amenazante.

Algunas conclusiones:
En todo caso, más allá de la técnica específica, me gustaría subrayar algunos aspectos que son importantes en la terapia del estrés postraumático y que tienen en cuenta todos los buenos terapeutas:
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- Los acontecimientos traumáticos lo son porque han desbordado la capacidad de adaptación de la persona y porque tienen elementos de fuerte amenaza para la integridad personal. La persona se sintió extremadamente vulnerable, y hablar o acercarse a este acontecimiento acostumbra a causar mucho miedo, aparte de otras emociones intensas como por ejemplo la vergüenza y la culpa. Hay que saber acompañar todos estos sentimientos con empatía, calidez, y la proximidad adecuada.
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- Es importante saber escuchar el ritmo que necesita la persona para acercarse a los recuerdos traumáticos.
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- Ayudan mucho las técnicas de regulación de la ansiedad al inicio de la terapia para aumentar la percepción de autoeficacia, lo que hace disminuir las sensaciones de indefensión.
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- Hay que ayudar la persona a encontrar dentro de su contexto social personas de apoyo con quien pueda hablar del que le pasa y apoyarse cuando lo necesite.
El estrés puesto-traumático es una experiencia muy dura que a veces se puede cronificar en el tiempo; es muy importante en estos casos pedir ayuda psicoterapéutica puesto que está demostrado que las terapias específicas del trauma ayuden a disminuir el sufrimiento y en muchos casos resolver totalmente el malestar.